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Monsieur Privé en la Clínica Área Oftalmológica Avanzada del Dr. Vergés en Barcelona (Sarrià)

Hace unos años, una mañana al despertar, amanecí con los ojos llorosos. En un primer momento le resté importancia ya que pensé que serían legañas. Con el paso de las horas esa molesta sensación fue a más, hasta llegar al punto de ver excesivamente borroso. Tras el pánico inicial, el miedo y la impotencia ante una situación de estas características, pedí cita en Área Oftalmológica Avanzada, la consulta del Dr. Carlos Vergés, un completo y avanzado centro oftalmológico pionero a nivel europeo y único a nivel nacional en el diagnostico, tratamiento y cura del Síndrome del ojo seco.

Al documentarme a través de internet sobre la sintomatología de este mal me di cuenta que era algo bastante común ya que afectaba a 3 de cada 10 personas en todo el mundo. Lo más curioso es que el 70% de quienes lo padecen no son conscientes de que sufren de este mal y dejando pasar los días su índice de gravedad puede llegar a ir en aumento.  

Tras la primera visita poco a poco mis nervios se disiparon y disminuyó mi miedo. Tras adaptar a un registro mucho menos técnico y a un lenguaje más coloquial y de fácil comprensión mi diagnostico, el Dr. Vergés me resumió a groso modo que todo se debía simplemente a la falta de lágrima o a la mala calidad de la misma dentro de mis ojos. Tras días de angustia ante la espera de recibir una rápida solución, descubrir que es debido a algo tan simple como a una falta de lubricación me hizo quedarme mucho más tranquilo y restarle importancia a mi problema.

Debido a una reducción de la secreción basal en mis párpados, estos rozan la cornea y su conjuntiva ocasionando una microerosión continúa que termina por hacer saltar las células dejando expuestas las terminaciones nerviosas del ojo, los responsables de activar los mecanismos de secreción reflejos, los causantes de hacer que el ojo llore constantemente en cada brote.  Con esto lo que el ojo consigue es una generar una gran cantidad de lágrima con la que limpiar cualquier resto del interior del ojo.

Si al igual que yo muchas mañanas al despertar presentáis irritación ocular, sensación de arenilla dentro del ojo, un lagrimeo excesivo, vista borrosa, enrojecimiento, picor o escozor, no os alarméis, lo peor vendrá cuando entréis dentro de una vorágine de angustia e impotencia que, os guste o no, afectara el transcurso de vuestro día a día, tanto en el plano personal como en el laboral.

Recuerdo un día que tenía concertada una cita, se trataba de un encuentro de carácter íntimo y personal.  Al despertar sufrí un nuevo brote, como si de la Escala de Richter se tratase, hace años elaboré una tabla personal donde calificaba del 1 al 10 la intensidad de mi dolor, aquel día había sido de 7. Ante tal situación envié un educado y formal mensaje de texto disculpándome por verme obligado a tener que cancelar una vez más nuestro encuentro y tener que posponerlo a una fecha aún sin definir. Su desmesurada e injustificada reacción le llevó a borrarme digitalmente de su vida. Como si jamás hubiese existido, me eliminó de toda red social o aplicación móvil a través de la cual pudiese ponerse en contacto conmigo. A priori no me afectó lo más mínimo pero más tarde me percaté de lo invasiva que podía llegar a ser esta dolencia y de lo que podía afectar el ritmo de mi cotidianidad.

Durante mi época universitaria me vi obligado a quedarme en casa en vísperas de exámenes finales, sin un justificante médico al uso poco podía hacer, ya que objetivamente tan sólo se observa un ojo lloroso, hecho que imposibilita pedir una baja médica o poder justificar presencialmente ese sufrimiento.

Lejos de lo que muchos puedan creer, esta enfermedad se caracteriza por la ruptura precoz de la película del lagrimal dejando expuesta nuestra superficie ocular al aire, resecándose muy rápidamente pese a estar el ojo cerrado dando paso a un cuadro de inflamación producido mayormente por la alteración de las glándulas de Meibomio, las encargadas de secretar la grasa y otros nutrientes necesarios para lubricar la superficie ocular y mantener estable la película del lagrimal de nuestro ojo.

Alguno de los hechos más relevantes y curiosos que presenta es que como aparece desaparece. Científicamente se ha demostrado que factores como la alimentación, el clima o una sobre exposición lumínica ante pantallas o monitores actúan rápidamente provocando que se produzca un nuevo brote, regresando por sorpresa y sin aviso alguno, por ello con el fin de optimizar el dolor se recomienda llevar a cabo un tratamiento 360º basado en:
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1-Terapia Keratograph (biomicroscopio de infrarrojos):

Este instrumento de exploración de la superficie ocular permite el diagnóstico más fiable del Síndrome del Ojo Seco. Solamente disponible en este centro y otro en nuestro Estado, el Keratograph permite evaluar la forma de la superficie superior de la córnea proyectando una serie de anillos en la misma que reflejan y son vistos por el examinador a través de un pequeño agujero central del disco del aparato. A partir de la imagen obtenida se puede ofrecer un diagnostico preciso sobre el estado y las patologías que sufre cada paciente.  

Tras la primera visita con el Dr. Vergés este dejó en manos de Maite Serrano, la optometrista encargada de realizarme la prueba. La experiencia es divertida, pone a prueba tu ingenio y te reta a ti mismo a tener el ojo abierto sin parpadear durante 30 segundos. Parece fácil pero no lo es. 

La experiencia es divertida, pone a prueba tu ingenio y te reta a ti mismo a tener el ojo abierto sin parpadear durante 30 segundos. Parece fácil pero no lo es.
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2-Lláser de luz pulsada de alta frecuencia:

Conocido comúnmente como láser IPL, esta tecnología puede estimular las glándulas de Meibomio, activando el metabolismo y favoreciendo el aporte circulatorio que necesitan. Este procedimiento, indoloro y que no requiero hospitalización, actúa sobre las terminaciones nerviosas simpáticas y parasimpáticas que controlan la producción y secreción de sus componentes internos.

Partiendo de la base que siempre ha sido mejor prevenir que curar, no está de más someterse a este tratamiento, quedé encantado con la enfermera Glòria Gasch, su simpatía y sentido del humor hizo que el tiempo pasase muy rápido.


3-Sondaje de las glándulas de Meibomio:

Se trata de un procedimiento quirúrgico para limpiar y mejorar el funcionamiento de las glándulas encargadas de segregar los lípidos y las que forman parte del lagrimal y evitan su precoz ruptura. Mediante el sondaje se elimina la obstrucción del conducto de la glándula haciendo que esta actúe correctamente. El sondaje se realiza con una sedación superficial con el fin de evitar molestias que puedan ocasionarse durante la intervención y visionar mejor las canalización del ductus.

Afortunadamente tampoco tuve que someterme a esta parte del tratamiento.

4-Exfolación del borde de los párpados: masaje ocular

Se trata de una técnica no tan invasiva como la anterior que sirve para limpiar las glándulas. Consiste en la aplicación de frío en la zona de los párpados, produciendo un masaje mecánico alrededor del exterior de los párpados favoreciendo la salida de la grasa acumulada.

Tras la observación de mis ojos, no se consideró necesario someterme a esta fase del tratamiento.
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5-Consulta con especialistas de ostras disciplinas y acompañamiento psicológico:

La aparición de esta dolencia viene dada por una serie de factores externos al ojo bien diversos. A menudo relacionados con aspectos que van desde una mala alimentación, o a una serie de cambios hormonales pasando por enfermedades cutáneas, ciertos cuadros alérgicos, la ansiedad, o el estrés, incluso hasta una serie de factores ambientales que escapan de nuestro control.

En mi caso según el diagnostico de la nutricionista y psiconeuroimunologa Mercè Roca Farran reveló que no tolero bien la toxina del estrés y ello me genera un continuo estado de ansiedad que me lleva a una mala alimentación, principal fuente de mi problema.

Eliminando todo tipo de alimentos de mi dieta que alteren mi tensión ocular, como los refrescos con cafeína, el té, el café, las bebidas energéticas o los alimentos ricos en sal no he vuelto a sufrir ningún otro brote que supere el grado 3 de mi escala personal de la intensidad dolor.  Curiosamente tres grandes ataques sufridos fueron tras la ingesta desmedida de té.

Si al igual que yo no sabéis que hacer con vuestro problema, pedir cita sin dudarlo a la clínica del Dr. Vergés. Desde aquí quiero dar las gracias públicamente a él y a su maravilloso equipo por haberme ayudado a superar mi problema.